En primer lugar me gustaría reflexionar brevemente acerca de
la sociedad de la información que este primer tema nos plantea. El increíble
desarrollo industrial y tecnológico que hemos ido experimentando a lo largo de
los años, trae consigo una expansión mundial o globalizada de las TIC. Este
desarrollo viaja a una velocidad de vértigo que afecta, tanto positivamente
como negativamente, a la estructura social global ya que modifica nuestras
formas de vida, nuestras relaciones y maneras de comunicarnos o producir e
incluso las relaciones internacionales ,políticas y económicas. Tal y como este
tema nos sintetiza, la presencia constante de internet, televisión ,móvil,wassap, ipad , en definitiva de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) influye y modifica las características
socioeconómicas, socioculturales y políticas de nuestra sociedad actual. Es
tanta la información que manejamos que ni siquiera podemos llegar a ser
conscientes de ella. Como bien se nos explica, la red pasa a ser una mera
fuente de información a ser un instrumento social y, personalmente, lo definiría como un agente social ya que al
igual que la familia, la escuela o instituciones sociales o el grupo de
iguales, las tecnologías y ,especialmente, internet es un agente social que
ejerce una influencia social directa sobre todos nosotros, ya que nos permite
aprender e interiorizar conocimientos, normas, valores básicos para nuestro
proceso de socialización.
En base a esto, las palabras que han despertado en mi un
mayor interés son: cibercultura, globalización ,progreso y desigualdad.
Begoña Gros, hace referencia al término cibercultura para
describir las transformaciones sociales y culturales que los medios de
comunicación y las tecnologías están provocando en nuestra sociedad actual. Tal
y como hemos introducido anteriormente, el desarrollo de las TIC induce a una
transformación en todos sus sentidos y niveles. En menos de un segundo podemos
comunicarnos, por ejemplo a través de las redes sociales, con cualquier persona
del mundo. Esto nos permite aprender, comercializar, negociar, ligar, debatir,
intercambiar entre otras muchas cosas
más. A su vez, esta interconexión mundial
va ligada a otro de nuestros conceptos destacados en la nube de palabras:
La globalización. Paradójicamente vivimos bajo un mundo tan grande como pequeño
a la vez.
Por un lado, la globalización
promueve una interconexión donde los países y las personas parecen compartir un
mismo bagaje debido en parte, a la
sucesión de diferentes fenómenos tales como la migración , los viajes, el
comercio, y fundamentalmente el avance de las TIC. Sin embargo todo este movimiento se
corresponde con la lógica de las potencias dominantes, que hacen de nosotros un
mundo fácilmente controlable. Globalización y desarrollo tecnológico son dos
conceptos que van de la mano y dan lugar a las dos últimas palabras que conforma
la nube: progreso y desigualdad. He querido destacar estas palabras, cuyo orden
no es fruto de la casualidad, porque forman parte de los dos polos de un
gradiente totalmente opuestos. En parte la sociedad de la información da paso
al progreso y desarrollo integral de nuestra sociedad, sin embargo, al mismo
tiempo este desarrollo está provocando desigualdades, ya que no todo el mundo
tenemos el mismo acceso a los recursos y todo esto hace que los ricos cada vez
sean más ricos y los pobres más pobres.
A modo de reflexión y conclusión, me gustaría abogar a favor
de una sociedad de la información que incite al desarrollo y progreso continuo
pero sin olvidar paliar todas aquellas desventajas que este desarrollo suscita
paralelamente y es que, cada vez más, nos encontramos inmersos en mundo individualista
y consumista. Las TIC son importantes para adaptarse a la sociedad en la que
vivimos y es fundamental educar en su consumo para evitar problemas sociales.
Con la expansión de las redes sociales, el consumo intensivo de la telefonía
móvil , el sedentarismo , estamos llegando a modificar incluso nuestras formas
de hacer amigos. Las relaciones sociales para mucho de nosotros ya no son lo
que eran. Patológicamente puedo afirmar que padezco nomofobia o adicción al
móvil; hace poco hice un viaje a Londres durante un mes y no podía utilizar el
servicio wassap porque las tarifas para
extranjeros eran bastante altas. En muchas ocasiones me sentía nerviosa,
irritada, incluso deseaba llegar a España solo para utilizar wassap. Ahora que
me paro aquí a reflexionarlo, no puedo evitar sentirme triste. Me siento triste por desaprovechar tantos
momentos con mis amigas y especialmente con mi familia. No puedo evitar
entristecerme al recordar vacaciones y viajes en los que prefería tener el
móvil a mano que mantener una larga charla con mi madre acerca de “ lo bien que
se está hoy en la playa”. Me da coraje tener que reconocerlo aquí y ahora y no
delante de mis padres. Ir a un lugar y que el corazón me palpite más por saber
dónde he dejado el móvil que por la felicidad de ese paisaje y esa compañía. Es
triste pero me siento con fuerzas para poder cambiarlo.
Por eso, porque no cambiar esta primera imagen…
Por esta otra….
Con las redes
sociales puede que me ocurra lo mismo. Es difícil pasar un día sin conectarte a
facebook , tuenti o twitter. Subir una foto o un estado y querer demostrar mi
felicidad a toda costa en lugar de quedar con una amiga para tomar un café y
contarle lo bien que me va. Realmente me da pena que la gente recuerde que es
mi cumpleaños porque suene la alarma en tuenti y no porque verdaderamente se
hayan acordado de mí. Con todo esto me invito a mí misma, y a ti , a no
quedarte nunca con la parte virtual de las personas. Si me vas a conocer, que
sea porque personalmente sepas y te alegres de que merece la pena compartir una
tarde de café conmigo.
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